Jorgito tenía 7 años, era un niño especial y muy mal humorado. Todos los días sus padres tenían que lidiar y pelear para que él se alimentará, puesto que el muchacho no solía servirse todos los alimentos que su madre le daba, vivía  reprochando su comida, le gritaba a sus padres que su comida era fea y desabrida.

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Una tarde mientras su madre con esfuerzo le preparaba la comida, él se encontraba en su habitación viendo dibujos, Magdalena le pidió que bajara a comer que la cena estaba servida, el muchacho muy  alterado bajó, se dirigió a la mesa cogió su plato y lo lanzó al piso diciéndole a su pobre madre que no cocina rico que no lo vuelva a molestar. La mamacita cayó en llanto y pasó toda la noche así.

Su padre se encontraba molesto frente a una estufa y llamó a su hijo, en medio de la noche y frente a la tulpa él reprendió con palabras fuertes al pequeño y se retiró a la habitación a consolar a su mujer.

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El niño furioso empezó a desearles lo peor a sus padres frente a las llamas que se hacían fuerte y más encendidas, de pronto en la pared miró el reflejo de una sombra no tomó interés pero llegó Tullpa Mama y se lo llevó dejando solamente una gorra caída en el piso, desde esa noche sus padres no han vuelto a ver a su hijo y no hay rastro de que paso con él.