
Un día Marta y Carlos decidieron casarse, en sus planes estaba trabajar, viajar y recorrer el mundo, pero al pasar los días mientras ansiosos haciendo maletas para emprender su viaje hacia el Oriente, Marta se desmaya su esposo asustado inmediatamente la lleva dónde un médico.
Juan, su médico le informa a la pareja que van hacer padres ellos sorprendidos porque no contaban con esta noticia entristecen porque sus sueños de viajar terminarían. Pasaron los meses y Marta tuvo a un pequeño niño era blanco como una paloma, pero sus ojos eran amoratados poseía algo misterioso que ocasionaba miedo en ambos, la madre sufría mucho para dar de lactar al bebe puesto que salía lastimada, aquel pequeño con solo 4 meses poseía unos dientes muy filudos parecía una criatura extraña ellos no estaban contentos con él bebé.
Un día normal al anochecer decidieron dejar abandonado al niño al lado de un río para que alguien se hiciera cargo de él y así ellos poder continuar con el rumbo de sus viajes. Y así fue cogieron al niño en un canasto y lo envolvieron con una manta blanca y lo dejaron en medio de la noche.
Pasaron años, y mientras los padres se encontraban de regreso a la región Sierra, doña Marta empezó a vomitar, otra vez llamó al doctor pero era raro porque no tenía absolutamente nada, en las noches ambos tenían pesadillas escuchaban los llantos de una criatura, no podían llevar una vida en paz. Los vecinos les comentaron que mientras ellos se fueron de viaje, escuchaban a un bebé llorar dentro de su casa pero se acercaban tras las ventanas y no había nada, también se lo ha escuchado gritar tan fuerte que ocasiona que las personas que lo escuchan sufran de dolores de cabeza y malestar. Ellos preocupados por lo que hicieron decidieron emprender un nuevo viaje sin retorno.
Fuente: Sofía Loza
EL HUIÑA GÜILLI
