
Cuentan, que en los andes ecuatorianos habita un duende pequeño, de estatura muy, muy baja y con apariencia de niño, se dice que tiene los ojos azules, la cabellera larga color rubio y una piel muy pálida, con unos cachetes muy rojos.
Comentan que este niño vino con la colonia española, a aterrorizar a los indígenas de la zona y el cual suele atacar a las mujeres que se encuentran solas en los pasquinares del páramo. Una de las principales características de este ser, es que posee un falo gigante es decir un miembro viril que se conecta desde su ombligo y se extiende cual largo, al punto que tiene que ser llevado en hombros por la misma criatura.
Muchos casos se han dado de doncellas que se encuentran con este niño y terminan siendo seducidas para luego caer en sus garras y ser violadas, o mujeres que también se resisten a este ser y terminan siendo asesinadas sin misericordia alguna., y por otro lado si es un hombre claro está, que el chuzalongo no va atacarlos de esa forma pero, si intentará asesinarlos.
Una de las estrategias para entretenerlo es que las personas deben quitarse una prenda y lanzarla tan lejos como sea posible, el chuzalongo va ir en busca de la prenda para tratar de vestir su desnudes y en ese momento las personas tienen que correr tan rápido como sea posible, ya que esa bestia no tiene piedad, y tan pronto se vista intentará buscarles para hacerles daño de la manera más cruel posible. Se dice que eso les pasó a las hijas de un granjero.
EL CHUZALONGO

Resulta que estas muchachas tuvieron que encerrarse solas en el granero del cerro, el cual quedaba un poco más arriba de su casa. Su padre, les pidió que pasarán la noche ahí para cuidar al ganado, en lo que ellas estaban por dormir, a altas horas de la noche toco a su puerta este niño, el cual no es niño pero que tenía una apariencia infantil, tan risueña, con sus mejillas tan rojas que no se pensaron que era una bestia que las iba asesinar y a su vez que iba a buscar placer a la fuerza.
Estas jóvenes dejaron al chuzalongo entrar a su casa pero, cuando ellas menos lo esperaron el niño se transformó y a cada una le dio el más cruel final. Al día siguiente el padre asustado de que no veía a sus hijas las fue a buscar a la casa del cerro, al llegar las encontró muertas con su sangre desparramada por el piso y con el chuzalongo limpiándose las manos del acto criminal. Se cuenta que el chuzalongo también se abalanzó al señor y lo mató. Por otra parte, se dice que otra mujer también fue seducida por sus garras pero esta salió viva para contar su historia y resulta que terminó embarazada de este personaje, y al noveno mes el chuzalongo la fue a buscar y su familia nunca más la volvió a ver.
Fuente: Sofía Loza