LA LLORONA
Los ríos son los lugares más temidos por los campesinos, y estas personas suelen ir en su mayoría de veces acompañados por alguien, dicen que existe por estos sitios una mujer con apariencia muy joven vestida de blanco, va saltando y cantado, rosando con sus manos las hojas de los árboles y siempre de espalda, luciendo la escultura de su cuerpo.
Los cabalgantes, que suelen pasar por altas horas de noche retorno a sus casas la han visto algunos se han salvado pero otros no han corrido la misma suerte. Esta dama llama la atención de todo caballero que pase por los bosques, primero les canta con su linda voz y les va envolviendo en el ritmo a tal punto de que ellos deciden seguirla, y mientras la siguen los jóvenes embobados por su encanto no se dan cuenta que los aleja hasta un sector oscuro, en donde desaparecen.
Ella, tiene como un poder que hace que hipnotiza a los hombres y al momento de estar cerca su canto pasa de ser una dulce melodía a un ruido muy agudo convirtiéndose en un ruido insoportable que clama el llanto se sus hijos. La joven era una campesina que solía trabajar para una familia de clase alta, él se enamoró perdidamente de su jefe, pero él no tenía ningún sentimiento sincero hacia ella que solo la usó, la embarazó y la corrió de su casa.
Fuente: Sofía Loza
Esta chica estaba a punto de tener al bebé y no tenía apoyo de nadie, eran las 11 de la noche y se encontraba en el bosque al lado de un árbol junto a un río cuándo empezaron las labores de parto y ella gritaba tan fuerte por sus dolores que estos fueron escuchados en la aldea pero nadie hizo nada. Minutos después trajo al mundo dos bebés, melancólica ella lloraba porque no se esperaba que en su vientre llevara dos criaturas, desesperada y angustiada ella arrojó a los dos bebés al río y desde ese día nadie supo que pasó con ella.
Pedro quién abuso de la muchachita quedó tranquilo, pero meses después ella volvió aparecer en su casa, él la amenazó con matarla, y ella corrió otra vez hacia los bosques y juró con vengarse. Una tarde de miércoles, mientras Pedro iba en su caballo miró a una bella mujer de blanco, aquel hombre no había dejado de ser mujeriego y de abusar de toda jovencita que se le presente en el camino, él cogió la soga de su caballo y lo amarró en las ramas de un árbol se sacó el sombrero y lo colocó en el lomo de su caballo, mientras la muchacha empezó a caminar y a llamarlo de espaladas, él le gritaba espera no vayas muy deprisa, y siguió tras de ella.
Al siguiente día su familia preocupada por que no regresaba, decidió ir a buscarlo pero solo encontraron al caballo amarrado y siguieron sus huellas que desaparecieron en el río. Según dicen esta muchacha sigue vagando por los senderos del bosque penando por sus hijos.